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En el ecuador de la cincuentena

miércoles, 1 de diciembre de 2010

VIII.- Spectacles, wallet and testicles

Hi everybody. Aún a riesgo de que Encarna no entienda el significado del título de la entrega de hoy, porque mi prima Betty no atine al traducírselo con el trasfondo de la cuestión, me he permitido elegirlo porque es una expresión mediante la cual los british, y por ende los endémicos, hacen referencia al chequeo que un gentleman realiza a diario antes de salir de casa. Ya sabéis que la gente de aquí es muy ordenada y esa virtud es digna de plagio. Así que, como prevención ante el olvido, hoy voy a relataros cosas que nos han pasado en estos tres meses de exilio, pero que por neglicencia de la memoria o falta de oportunidad no os he podido referir aún. Si me repito en algo me perdonais, ya sabéis que con the elderly people hay que ser condescendientes.


Dejar en el dique seco el día de mi bithday sería imperdonable. Lo que yo menos esperaba es que fecha tan señalada de mi vida tuviera trascendencia en Magic Island; pero la tuvo. La mañana se inició con una llamada telefónica de John, sugiriéndome que no tomara el autobús para la Durrell porque él me recogía con el coche. Dicho y hecho. Cuando apareció en la puerta del love nest con su vehículo de volante a la derecha, un Corsa en origen blanco, de 17 years old y con líquenes en las juntas de las puertas y del maletero, mal aparcó junto a la acera y me entregó un par de inesperados presentes: un frasquito con dos caballas dibujadas, que hoy tengo lleno de aceite de oliva con ajos para los portuguese rolls del breakfast, y una woolen scarf de cuadros negros y blancos con rallitas rojas. Emocionante; aparte del Happy boy y de Lady Messy, alguien sabía y se había acordado de que tal día como aquél era mi onomástica. Camino del curro paramos en una tienda de abarrotes, donde compramos un trozo de cake para tomarlo con el coffee matutino e invitar a los compañeros del zoo. Hubo uno que no se sumo al pequeño festín porque los cumpleaños ajenos se la bufaban, pero esto pasa en todas partes y no hay que darle mayor importancia.


Una vez en nuestra office, si John me permite que a su despacho le dé tratamiento de inmueble ganancial, nuestro colega Andrew, cuyo inglés sigue siendo para mí un misterio, tuvo la amabilidad de subirme un sobre con separatas remitido por Ana Luz. Al principio no ubicaba de qué trabajo se trataba, quizás alguno de los varios que semanalmente Rai publica con someone que le ha propuesto colaboración y no ha sabido decirle  no thanks because I'am very busy. Pero que vá, por ahí no iban los tiros. Abro el sobre y la incógnita se me despeja de inmediato, cuando en lugar de separatas me encuentro dos paquetes de lonchas de paletilla de gorrino ibérico envasadas al vacío. Me quedé más petrificado que cuando se disfrazó de Marta Sánchez, y semejante detallazo me gustó más que si el Ministerio me hubiese confirmado que me concedía la ayuda solicitada. Touché. No era el jamón, exquisito por cierto, sino el cariño que aquel sobre contenía. Además, enseguida me vino a la mente la ingeniosa forma en que mi compañero de aventuras Luis Silió introdujo lo más granado del embutido español en Islandia, para que a los cofrades del perol no les faltara de nada al bajarse de la bicicleta. Luis, cuánto me acuerdo de ti y te echo de menos.


In the evening nos fuimos a un pub a tomar unas pints of Lager y unas hamburguesas. Allí estábamos Jill y John, Javier (jefe de los servicios veterinarios de la Durrell) y Dorita (su esposa y Cónsul honoraria de España en Magic Island), su hija Ana, Lady Messy, el Happy boy and your non qualified hero. Lo pasamos muy bien, como el lugar y la compañía demandaban. Luego vinieron algunas llamadas telefónicas, mails y conversaciones a través del Messenger. No faltó la puntual felicitación de Macu y Rafa, como sucede desde hace ya varios lustros, incluso en situación tan embarazosa como la de este año porque  tuvieron que poner una conferencia desde Barcelona a Magic Island, con el consiguiente incremento del gasto telefónico. Para que luego digan que los catalanes son devotos de la Virgen del puño. Pues no señor, no todos.


Como veréis ya tenemos una cierta vida social. Aparte de las personas que acudieron a mi cumpleaños, nos relacionamos con Gerardo, Director del Departamento de Herpetología del zoo, y su esposa Stephanie, de origen francés y carácter muy dulce. Hay otro matrimonio con el que semanalmente nos vemos, Santos y Marta. Todos ellos son encantadores, pero mi afinidad con Santos, de genética portuguesa pero nacido allende los Pirineos, se acrecienta porque es el unico fumador de los nominados. A veces nos hemos reunido también con otros castellanoparlantes de diversos paises de Iberoamérica, pero de forma más circunstancial e intermitente. Lo cierto es que en esas quedadas se habla principalmente spanish, pero también se le da al ingles y al francés ya que algunos cónyugues son de Inglaterra, Francia, Polonia y de algunos otros countries.


Estoy de acuerdo con vosotros en que el episodio de la Torre de Babel no nos habría pillado con el paso cambiado, como le sucedió a los que estaban allí amontonando piedras. Claro, eso no quita que el uso extensivo de varias lenguas se corresponda con el dominio intensivo que tenemos de cada una de ellas, especialmente del inglés. Os cuento un par de anécdotas para ilustraros el asunto. Cierto día, Lady Messy and I fuimos a un pub de Bouley Bay (The Black Dog) to have lunch, después de una ruta pedestre por los acantilados de la costa norte. Sin estar dispuestos a tirar la casa por la ventana pero sí a defenestrar algunos muebles, decidimos salirnos de la boring hamburguesa y pedir algo más consistente. Las modas mandan y el nombre de los platos tendía a ser largo y enrevesado. Así que traduciendo, descifrando y suponiendo, me topé con unos escalopes con arroz y algunas cosas más que no supe ubicar. A Lady Messy la pareció bien la idea de tomar unos filetillos para hacer boca, aunque como recordaréis a ella la carne no le tira demasiado. Hice la petición en educado y correcto english, al cabo de un tiempo prudencial el waiter trajo una fuentecita con arroz, unos bivalvos grandecitos sin concha, perejil, y una salsita verde, al menos, pero sin los escalopes. Buenísimo, tanto que no los eché en falta porque aquello estaba delicioso. Pero mi curiosidad no quedo satisfecha y me puse a indagar qué había ocurrido, si el camarero se había equivocado o era yo el que estaba tocando de oida. Era yo. Scallops no son escalopes sino vieiras, conchas de peregrino, que abundan mucho en estas aguas. Por favor, sin comentarios, advertencia que incluye también a Olivero.


Cierto es que al mejor escribiente le cae un borrón, pero es que a los pocos días me cayó otro de semejantes dimensiones al anterior. Fui al mercado de pescados ( la carne y las verduras se expenden en otro edificio) y vi que el atún partido a tacos estaba muy barato. Fantástico, dije para mis adentros, today comemos marmitako. One pound of venison diced, please. Y el pescadero me pesó y envolvió medio kilo de aquello. Y digo aquello porque cuando llegué al love nest y me dispuse a guisotear, me doy cuenta de que no era atún; peor aún, no era ni siquiera pescado. ¡Era ciervo! Coño, que pifia. Claro, venison significa venado, carne de venado, no atún. Son esas cosas que sabes pero que las trastocas sin darte cuenta, como cuando dices convencido e insistes en que dos por dos son cinco. Total que rehice el plan y me salió un estofado de ciervo para chuparse los dedos. Lo curioso es que la carne de caza en Magic Island la venden en las pescaderías, en vez de en las carnicerías. No lo digo en mi descargo, sino como una simple cuestión anecdótica. Venison significa carne de venado aunque la vendieran en las droguerías.


Mi intención es no acaparar protagonismo, de modo que le dejamos el turno a Lady Messy. Sus diálogos con Mr. Brown, el profesor del Happy boy, son un auténtico derroche de cortesía por ambas partes. Mr. Brown, aparte de un docente vocacional y extraordinario, es persona que spend sus holidays visitando otros países en calidad de cooperante. Su paso por Suramérica le ha dejado las secuelas de un español equiparable a nuestro inglés. Con este bagaje, se esfuerza en conversar con Lady Messy en nuestra lengua, mientras que ella trata de corresponderle en inglés con la misma cortesía. Me cuenta el Happy boy haber sido testigo de un intercambio de opiniones entre his teacher and his mother en estos términos:

- Hello, Mr. Brown.
- Bue-nas días, se-no-ra.
- Will Alberto play (este)... football next lun monday?.
- Si, se-no-ra.
- See you on monday at eleven o'clock.
- No, el lu-nes a las occho y midia.
- Oh! yes. Ok. Good bye.
- Adi-os, se-no-ra.

Lo que os cuento a continuación es textualmente verídico. Mr. Brown venía arrastrando problemas en una rodilla y el mes pasado tuvieron que operarlo. Estuvo casi tres semanas de baja. Cuando se reincorporó a la escuela y se encontró al Happy boy, le preguntó cómo estaba y si su madre progresaba con el inglés. A partir de entonces, el Happy and I bromeamos al respecto, achacando los problemas rotulianos de Mr. Brown al temblor de rodillas que experimenta cada vez que tiene que hablar con Lady Messy.


Del clima ni os hablo. Os adjunto algunas fotos para que os hagais cargo. Tengo el cerebro hecho leche condensada. Esta mañana, bajo una nevada de folletín navideño, hemos ido a una tienda de electrodomésticos a comprar un convector de aire para el love nest. Al poco rato hemos recibido una llamada del Happy boy diciendo que fuéramos a recogerlo a Liberation Station, porque habían suspendido las clases por culpa (quizás causa es mas polite) de la nieve. Mañana no se qué pasará, si habrá escuela y si yo podré ir a la Durrell. Prometo otro día dedicarle unas líneas al weather, pero prefiero hacerlo en caliente. Con estos fríos se me puede ir la mano tecleando más epítetos e improperios de la cuenta.




Qué tiempos aquellos cuando paseábamos por la playa de St. Helier con los pies bañados por las olitas, fuimos a Hamptonne Farm  un día espléndido de otoño a la celebración del día de la sidra o presenciamos la Bonfire Night bajo un cielo estrellado y con un fresco tonificante en las mejillas. Por cierto, este último acontecimiento es una celebración parecida a la nuestra de San Juan, que se repite anualmente el 5 de noviembre. Se hace una gran hoguera y se quema un muñeco que representa a Guy Fawkes, un terrorista de otra época que a comienzos del siglo XVII encabezó la Conspiración de la Pólvora. Su intención era volar el Parlamento inglés cuando estuviese reunida la Cámara de los Lores y presente el Rey Jacobo I. No consiguió su objetivo, frenar la persecución de los católicos recurriendo a este método tan expeditivo, fue arrestado y ejecutado. Desde entonces, todos los años se le incinera en una fogata en feliz conmemoración de aquella abortada tragedia.




Decididamente las gulls y yo no nos llevamos. Son como buitres urbanos que permanentemente basurean y lo ensucian todo. Ahora están un poco más recatadas y vociferan menos, pero no te puedes fiar. Con estos bichos hay que mantener la guardia bien alta porque te la cuelan doblada. De los halcones de St. Thomas no opino lo mismo. Esos animalitos se han enmendado y ahora dan mejor imagen, salen a cazar todos los días, para las diez de la mañana ya se ven desplumando lo que han cazado y los piidos lastimeros los evitan en lo posible. Que se trate de un barrio de portugueses (la mayoría son de Madeira, como Pinocho y Cristiano Ronaldo) con minoria española no justificaba aquellos gritos compulsivos y aquella molicie, impropia de la incombustible clase trabajadora que componemos la totalidad de cuantos habitamos en la zona.


Acabo de bajar a fumarme un cigarro porque en casa está prohibido, no me puedo salir a la terraza ya que el hielo acumulado slip como Zapatero y, aunque he reducido la dosis de nicotina, no consigo dejar de necesitar algún que otro chute. Sigue nevando. Mi vecino polaco estaba haciendo lo propio, lo he saludado, no me ha respondido, cuando ha terminado de inhalar humo ha tirado la colilla y se ha subido sin decir palabra. Este comportamiento aquí no es infrecuente. Detrás de él he subido las escaleras riéndome yo solo, imaginando que hubiera aparecido Ana Rojas flamenqueando y su cuñado Paco le hubiera contado al polaco el último chiste, porque en esto de los chistes mi primo Paco está siempre al día. Vamos, que a Chiquito de la Calzada en Magic Island no le habría quedado otra que trabajar de conductor de autobuses.
Y sigue nevando. Ana Luz, en el próximo envío en vez de jamón unos calcetincitos de lana que abriguen. Digo Ana Luz porque, junto a mi mother in law, es la única que se prodiga. Good evening and see you soon.



3 comentarios:

  1. Hi family, ya veo que poco a poco estais todos mejorando vuestro inglés. Creo que el que mejor lo pilla es Alberto, Verdad??? Las fotos son como postales navideñas, preciosas, pero seguro que con un frío que pela, a lo que no estamos acostumbrados por estos lares. Animo, pronto estaréis por aquí disfrutando de nuestros 12 - 15 grados (sobre cero). Un abrazo a todos, nos vemos pronto.

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  2. ¡Hola Don Mario!
    Espléndido blog, a partir de ahora voy a leer todos tus libros, y todos tus futuros posts. Con el frío que hace ahi, y yo que estoy al final de la primavera austral, yendo por ahi en chanclas. Me ha gustado tu expresión chilena "pololear". Por aquí la dicen mucho.
    Me das envidia, además, porque tu blog tiene mas seguidores que el mío (¡snif!), pero me ha encantado. Mucha suerte y cuidado con el hielo en invierno, usar cranpones no sería mala idea, jeje. ¡Un fuerte abrazo desde Chile!
    Por cierto, una pregunta... si la carne de ciervo la venden en las pescaderías, ¿se puede comer en cuaresma?

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  3. Ya te he pillado. Ya estoy al día y I am waiting for la siguiente entrega.

    Verdaderamente interesante (y excepcionalmente escrita) historia. Me hago una idea de como estáis allí al tiempo que experimento dos tipos de envidia (sana, of course): una por no vivir esos momentos en primera persona y otra, quizás la más preocupante, por no tener el arrojo (podría decir otra palabra) suficiente para realizar una aventura similar.

    Besos y abrazos desde, en estos momentos, Aldeire

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